Hoy quiero compartir con vosotr@s una reflexión que leí el fin de semana publicada por Paulo Coelho. Espero que os guste.
LA REFLEXIÓN
Por la mañana debemos comportarnos como si fuésemos a cruzar una calle: parar, mirar a los lados y seguir adelante.
Antes de lanzarnos a la actividad frenética del día, primero nos paramos. Esto nos permite reflexionar sobre nuestras prioridades, sobre las actitudes posibles frente a un problema y sobre las decisiones que debemos tomar.
A continuación miramos a los lados. De nada sirve parar si no observamos lo que ocurre a nuestro alrededor. Es necesario entender que, al tomar una decisión, estamos influyendo y siendo influidos por todo lo que sucede en nuestro entorno.
Por último avanzamos. De nada sirve parar y mirar a los lados si no tenemos un objetivo definido. El hecho de actuar es lo que lo justifica todo y lo que nos permite mostrar, a través del trabajo, la inmensa gloria de Dios. Y para que todo eso salga bien, basta con actuar como si estuviéramos cruzando una calle.